Y nuestras oportunidades se derramándose I Sólo después de haberle avisado a sus hermanos, Rubén cruzó el patio para llegar con Pad...

War: Episodio 20

/
0 Comments

Y nuestras oportunidades se derramándose I




Sólo después de haberle avisado a sus hermanos, Rubén cruzó el patio para llegar con Padre. Él se encontraba apoyado contra una de las múltiples columnas que rodeaban el patio, su traje estaba sucio y rasgado en algunas partes. Su inmovilidad le hizo suponer lo peor a Rubén, pero se en forzó en mantener a raya sus funestos pensamientos.

Desde los otros pisos las sombras observaban la carrera de Rubén por el suelo de cantera, ningún sonido lo acompañó por su andar, la luna lo iluminaba con su pálida luz.

A unos pasos de llegar junto a Padre un sonido lo hizo detenerse de improviso, frente a él, una cadena plateada cayó. Buscó con la mirada el final de la cadena que se internaba en las sombras del edificio que cercaba el patio.

Una figura fue saliendo de entre las sombras, lo primero que vio Rubén fue una gruesa bota negra que golpeaba con pesadez el suelo. Después vio a un joven musculoso con la cabeza afeitada le devolvía la miraba con una sonrisa sádica, era la sonrisa del cazador que sabe que la espera ha terminado.

—¿En serio eres uno de los niños de Sangre Nueva? —le interrogó el hombre, sin mostrar interés en la respuesta, al recoger la cadena con un sólo movimiento—. Pude haberte asesinado hace veinte segundos. No puedo creer que ellos hayan creado algo tan deficiente.

Rubén lo miró desafiante y apretó con fuerza sus tanbo. Su mente trataba de concentrarse en su oponente y encontrar una debilidad que le ayudara a ganar. Lo primero en lo que pensó fue en retroceder para alejarse del campo de acción de su oponente.

En el momento en que saltaba hacia atrás, su pierna fue atrapada por la cadena que su oponente le había lanzado para detenerlo. Cayó sobre sus espaldas, el dolor le hizo soltar los tanbo.

—No pensabas huir ¿verdad?—le increpó el joven mientras se acercaba a él—. Me apenaría mucho no poder disfrutar de un combate con uno ustedes. Mejorados genéticamente, instruidos por los mejores asesinos del mundo. No son cualquier cosa, si supieran cuantos asesinos matarían por una oportunidad como esta.

El joven se acercó y lo tomó por el cuello de su playera. Lo levantó lo suficiente hasta que sus ojos se encontraron.

—Aunque después de esto —continuó el joven—. Comienzo a decepcionarme, esperaba más de ustedes. Con razón cancelaron el proyecto. Son un fracaso total.

El joven lanzó a Rubén por los aires, su cuerpo se desplazó todavía unos metros después de haber golpeado el suelo.

No le tomó mucho tiempo levantarse y lanzarse hacia su oponente. El hombre rapado, agitó sus cadenas para golpear a Rubén, él chico se desplazó entre ellas sin recibir golpe alguno. Tomó el segundo par de tanbos que tenía sujetos sus piernas. Había quedado cerca de su atacante y éste apenas había tenido tiempo de reaccionar, sin demora, Rubén lo golpeó en la pantorrilla con la esperanza de hacerlo caer.

Sin inmutarse su oponente le dio una patada en el pecho, antes de que Rubén cayera por completo, el joven lo tomó por los hombros y lo levantó. Al tenerlo a la altura adecuada, le dio un golpe con la rodilla que al acertar le sacó el aire a Rubén, sin esperar a su recuperación el joven de las cadenas lo lanzó sobre sus hombros.

Rubén golpeó con fuerza el suelo, del impacto su delgado cuerpo rebotó sobre la fría cantera, su espalda comenzó a aullar de dolor. Incapaz de levantarse percibió como la inconsciencia lo comenzaba a arropar con su obscuro manto. Por lo menos estaba seguro de que el dolor se detendría.

—Pensé que valdrías la pena —le dijo a Rubén, con una voz cargada de decepción—. Esperemos que tu hermana sea mejor que tú.

Después de eso, las sombras lo cubrieron por completo, sus últimos pensamientos fueron dedicados a sus hermanos. No quería que corrieran el mismo destino.


You may also like

No hay comentarios.:

Historias escritas por Alejandro Galindo. Con tecnología de Blogger.