El mismo estudio en el que los jóvenes hechiceros lo encontraron, fue el mismo estudio en el que despertó por primera vez. A...



El mismo estudio en el que los jóvenes hechiceros lo encontraron, fue el mismo estudio en el que despertó por primera vez. Aunque aquella vez el estudio tenía claras señales de haber sido destruido por el tiempo. Ahora la cortina no eran unos simples jirones, las cuatro patas del escritorio se encontraban en su lugar y la ventana no era inexistente. 
Historias escritas por Alejandro Galindo. Con tecnología de Blogger.