La atención de la multitud congregada fue atraída por la aparición del rey Sergius sobre las almenas de la puerta del castillo. Iba acompañado por séquito en que había varios soldados. Algunos de los miembros del séquito le parecieron conocidos a Klaus, pero no los recordaba perfectamente. Su hermano mayor era el que se ocupaba de recordar los nombres, Klaus ni siquiera había hecho el intento por reconocer sus rostros.

Las notas de una trompeta rompieron el silencio y precedieron a uno de los soldados que anunció al rey. En cuanto el eco de sus palabras se disolvió en el aire, el rey se acercó al borde de las almenas. 

–Ciudadanos de Thendor –comenzó el rey Sergius–. Los eventos de hace una semana han dejado una profunda marca en nuestro corazones. Nuestra victoria sobre los rebeldes que buscaban desestabilizar la paz del reino fue manchada por una derrota más dolorosa.Pese a que logramos apagar la revuelta gestada por traidores al reino, la vida del rey Solomon Ironeart y de su hermana, la princesa Lena Ironeart, también fueron apagadas durante la revuelta.

»Sé que la en desdicha de su muerte no supera nuestra desdicha de saber que el perpetrador de sus muertes no ha sido otro más que su hermano, el príncipe Klaus Ironheart. Quién también instigó la revuelta que pretendía desgarrar el reino y que provocó la muerte de valientes personas que defendieron el reino. 

Klaus se acomodó la capa para ocultarse mejor. Aún no podía creer que su tío lo estuviera llamando traidor frente al reino. Su tío lo había cuidado junto con sus hermanos después de que sus padres murieran. Él nunca había sido severo con ellos. En ocasiones, permitía a Klaus fugarse de eventos aburridos o permitía que Lena y él comieran dulces después de la cena. Sergius era su familia y siempre pensó que podría confiar en él. Hasta el día en que la revuelta acabó cuando su tío trató de asesinarlo.

Klaus no conocía las intenciones de su tío. Si su intención hubiera sido hacerse con el reino desde un inicio. ¿Por qué puso su plan en acción hasta ese momento? 

–Sin embargo –su tío continuaba, su voz había aumentado de intensidad–, no podemos dejar que los rebeldes se regocijen en su victoria. Yo mismo me he privado del bálsamo del duelo, necesario para que las heridas sanen, para concentrar nuestros esfuerzos en capturar al traidor que provocó tan lamentables hechos, y llevarlo ante la justicia y pague por sus crímenes. 

»Nuestra principal preocupación es que el príncipe Klaus fue auxiliado por la Condesa de Rosennor, cuya tecnología representa una desventaja para nuestras fuerzas armadas y convertiría su captura en algo imposible. 

La atención de Klaus fue reclamada en cuanto oyó sobre Resa. Le impresionaba que su tío la hubiera vinculado con él, ya que ella no lo había ayudado directamente a escapar del castillo e incluso él no descubrió que ella lo había estado ayudando hasta mucho tiempo después. Al parecer su tío tenía muy buenas fuentes de información.

–Pero nuestros esfuerzos han rendido frutos –dijo su tío–y hoy puedo anunciarles que hemos creado el escuadrón Solor cuya misión es la captura del prófugo príncipe Klaus. Esta unidad militar representa el pináculo de las fuerzas armadas de Thendor.

Las puertas del castillo se abrieron para mostrar dos máquinas bípedas del tamaño de una casa de dos pisos, acompañadas de un grupo de seis personas. Por un momento, Klaus pensó que podían haber estado impulsadas por vapor, pero sus movimientos fluidos y la ausencia de humo le hicieron dudar. Algo más las impulsaba, el brillo azulado que aparecía en su centro le dio la respuesta. Estaban impulsadas por etherita la tecnología de Resa. ¿Cómo su tío se había hecho con esa tecnología? 

Entre los que acompañaban a las máquinas reconoció a Ezra Moonlit, era uno de los generales más jóvenes dentro de la armada de Thendor y de los que más victorias había conseguido. Al parecer su tío estaba dispuesto a todo para detenerlo. No sólo había conseguido una tecnología que era superior a la actual tecnología de vapor, también había colocado al frente del escuadrón a uno de los héroes de Thendor. Él y Resa tenían que abandonar Thendor lo antes posible. Era evidente que su tío tenía acceso más información de la que ellos creía, incluso era posible que su tío ya estuviera al tanto de sus movimientos.

–A partir de hoy juro –concluyó su tío–, que nunca encontrará refugio y aquellos que lo ayuden, se volverán nuestros enemigos. 

La multitud estalló en aplausos y vítores. El miedo que les había inducido la revuelta y la pérdida de la familia real se había disipado con la promesa de castigar a los culpables. El rey Sergius sonreía. Klaus se mezcló entre la multitud y desapareció.