Reconoces su rostro a través del cristal de automóvil. Hace tanto tiempo que no veías a tu amiga, aunque no esperabas que fuera en esas ...

Miércoles de Minirelatos: Sus ojos opacos

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Reconoces su rostro a través del cristal de automóvil. Hace tanto tiempo que no veías a tu amiga, aunque no esperabas que fuera en esas condiciones. No es la misma persona que ya habías conocido. 

 
Lo sabes por la falta de brillo en sus ojos, esos dos globos opacos que simulan observarte desde el otro lado del cristal del pasajero. Su mandíbula está desencajada, pequeños trozos de carne aún se aferran a ella y tratan de evitar que se pierda por completo. Un líquido obscuro y pegajoso resbala por entre los restos de su boca. Su mano izquierda golpea con lentitud el cristal.

Miras a tu alrededor, no hay muchos de ellos caminando. Ella es la única que se percató de tu presencia. Sin embargo, sus golpes están comenzando a atraer la atención de los demás, dentro de poco tendrá una horda a tu alrededor. Lo mejor es escapar. 

Evalúas tus opciones. No hay muchas. La puerta desde la que te observa es la única que funciona, la puerta del conductor se encuentra bloqueada por varios contenedores de basura. Comienzas a preguntarte en qué momento fue una buena idea encerrarte en un automóvil con sólo una puerta libre. El mundo está jodido y no hay lugar para las malas decisiones.

Tomas tu pistola, apuntas con ella a la frente de tu amiga. Por una fracción de segundo los recuerdos tratan de detenerte, pero tu instinto de supervivencia es más poderos. Suspiras y aprietas el gatillo. La detonación rompe el cristal y te da unos pocos segundos de ventaja. Seguramente los demás ya lo escucharon y vendrán por ti.

Corres, el mundo se ha colapsado y tú no piensa caer junto con él.


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